Resumen Mesa Diálogo 25-03-15 Col(reando-nos
Comenzamos la mesa de reflexión con la intervención de Julio Rogero, que enmarcó la cuestión de la identidad en torno a diferentes factores que deberían ser, según él, el punto de partida:
El propio nombre del centro.
El Proyecto Educativo: ¿quién y cuándo se hizo?
Tipo de alumnado del centro, las familias que lo componen, el nivel económico-cultural de éstas.
El contexto socio-político del centro: el barrio donde se encuentra.
Implicación del centro en el barrio (entidades que forman parte de él, colectivos, agrupaciones, centros culturales...). ¿Cómo se relaciona el centro con el barrio?
Implicación del propio municipio con el entorno donde se encuentra el centro.
Para ello nos invitó a reflexionar sobre diversas cuestiones:
¿Qué tipo de modelo de persona queremos construir y, por lo tanto, de centro, de sociedad?
¿Qué significado le damos a “Escuela Pública”? ¿Queremos proporcionar un derecho real a la educación, para todos o sólo para “los buenos”?
¿Qué estructuras de participación existen (centro-familias, profesorado-alumnado, profesorado-familias...?
¿Existe un plan de convivencia en el que estemos todos significados, incluido el profesorado, y pactado por todos/as? ¿Por qué modelo de convivencia queremos regirnos? ¿Creemos en la escuela del cuidado mutuo (basado en la dignidad, en el diálogo, en la reciprocidad afectiva) o preferimos un modelo sancionador?
¿Qué tipo de metodologías queremos plantear (interdisciplinares e intergrupales, por proyectos, procesos de formación que pongan en valor la afectivo, que es lo efectivo...)?
¿Queremos poner en valor la diversidad con la cuenta el centro?
¿Está el centro conectado a servicios de fuera del centro? ¿Ha roto los “muros” el centro para abrirse al barrio?
En resumen:
¿Qué sueño tenemos? ¿Cómo se construye a corto, medio y largo plazo?
A partir de este punto iniciamos entre todos/as un debate, en el que todos pudimos dar nuestros puntos de vista. Señalamos las siguientes reflexiones:
Este “sueño” (el del colegio Rosa Montero) empezó siendo el sueño de dos personas, pero al que se han ido sumando más gente (docentes, familias), y a veces resulta complicado mantenerlo. Sin embargo, el “sueño” de dos puede convertirse en un sueño colectivo.
Contamos con algunas amenazas externas que dificultan en ocasiones, como es el caso del condicionamiento del entorno, en relación a la “mala imagen” que se transmite por parte del propio entorno del Rosa Montero. Coincidimos todos en que este tipo de mensajes no se corresponden con la realidad y es necesario cambiarlos. A veces tenemos la sensación de que en Parla se ha querido crear un “centro malo”. Aquí también ha jugado un papel importante el contexto de otros centros cercanos. La propia ciudad cuenta con una identidad poco favorecedora en ocasiones.
El entorno donde vivimos es importante. Es necesario poner en valor la diversidad con la que contamos, hay que conseguir darle la vuelta al mensaje negativo imperante. Nos gusta la diversidad, es positiva y enriquecedora para los niños que se forman en el centro. En este sentido sería importante definir qué es para nosotros el concepto “diversidad”.
El Proyecto Educativo necesitaría un nuevo análisis a medio plazo, porque la realidad ha cambiado.
Es importante trabajar las emociones, la afectividad.
La escuela es un constante conflicto, no una guerra.
Es necesario implicar también al alumnado en la toma de decisiones, en la construcción de esta identidad colectiva, de este Proyecto Educativo.
En cuanto al equipo docente: existe un gran número de profesores fijos, por lo que la plantilla es bastante estable, pero es necesario “remangarse” para poder poner en funcionamiento todas estas cuestiones.
Todos coincidimos que una de las principales señas de identidad del centro es la metodología de trabajo por proyectos de infantil, así como el trabajo que se realiza en lo afectivo, en lo personal. Y esto debería transmitirse también a la primaria.
Queremos una escuela como eje transformador, una escuela para el cuidado de todos/as.
Aunque la idea no es “venderse” sí nos parecía importante “romper los muros” y llegar a aquellas familias a las que les interese este tipo de proyectos, que les guste por la identidad que posee el centro. Para ello es importante definir bien el marco identitario y mostrarlo.
Es importante atender al marco ideológico.
Vemos también dificultades: las impuestas por la administración, la implicación de las familias y el profesorado, el miedo al cambio...
Y, por último, se llegaron a las siguientes conclusiones:
La Administración es limitante, pero no determinante.
Potenciar la “Escuela de la calma”: no hay aprendizaje si no hay tiempo, en contra de la presión a la que se ejerce a los niños/as en primaria.
El trabajo en equipo (de eficacia) es fundamental.
Es fundamental que trabajemos en ello si creemos que esto es importante y además reflejarlo fuera, en el entorno.
Debemos plantearnos juntos/as pequeños cambios en el proyecto.
Es necesario trabajar en el claustro y en asambleas de familias.
Repensar el planteamiento ideológico del centro, sustentado en que las relaciones, el sentir y el hacer juntos sea lo fundamental. Esto lleva a una verdadera acción transformadora.
Queremos transformar y transformar-nos.
Acuerdos a los que se llegaron:
Revisar entre todos/as el Proyecto Educativo de Centro a medio plazo.
Trabajar en la idea de trasladar la metodología de Infantil a Primaria. Para esto se propuso un Plan de Formación para docentes y familias (visitas a centros en los que ya esté implantado un sistema metodológico similar, invitar a docentes que hayan experimentado este tipo de formación, asambleas...).
Para comenzar a trabajar todo esto nos parecía imprescindible seguir viéndonos. La AMPA se encargaría de convocar una siguiente Mesa de diálogo después de Semana Santa (se insistió en que no nos demoráramos mucho), esta vez sin dinamizador (aunque Julio se prestó a ayudarnos en lo que fuera necesario).